Imagino esa libertad de hacer lo que me venga en gana, correr sin pensar en la meta, saltar olvidando si en derredor hay cosas quebradizas, leer sin comprender que nos estamos matando, ver tv hasta entrada la noche porque no importa el mañana, recostar la mejilla en la almohada, simplemente dejar la mejilla en la almohada y dejar que el sueño caiga de repente. Este poema de Nicanor Parra, mas alla de todo, es libertad, de esa que se va con los años, de esa que hoy cuando volteo a mi lado no encuentro.
CAMBIOS DE NOMBRE
A los amantes de las bellas letras
Hago llegar mis mejores deseos
Voy a cambiar de nombre a algunas cosas.
Mi posición es ésta :El poeta no cumple su palabra
Si no cambia los nombres de las cosas.
¿ Con qué razón el sol
Ha de seguir llamándose sol ?
¡ Pido que se llame Micifuz
El de las botas de cuarenta leguas !
¿ Mis zapatos parecen ataúdes ?
Sepan que desde hoy en adelante
Los zapatos se llaman ataúdes.
Comuníquese, anótese y publíquese
Que los zapatos han cambiado de nombre :
Desde ahora se llaman ataúdes.
Bueno, la noche es larga
Todo poeta que se estime a sí mismo
Debe tener su propio diccionario
Y antes que se me olvide
Al propio dios hay que cambiarle nombre
Que cada cual lo llame como quiera :
Es es un problema personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario